domingo, 1 de enero de 2012

Nacieron para estar juntos 3

Todos los pollos nacidos en esta temporada de cría estaban instalados en una voladera adaptada para ellos, para que inicien su vida como periquitos adultos. En esa misma voladera había ejemplares adultos (tanto machos como hembras) como ejemplo para el aprendizaje de los pequeños. (Que son los pequeños emprendedores) 

En esa misma voladera junto a muchos pollitos estaban el pequeño perlado diluido y la pequeña diluida (protagonistas de las dos entradas anteriores), quietos y buscándose la vida. Y un día, la pequeña diluida al sentirse tan sola por la ignorancia de los demás se fijo en uno. Uno que estaba sólito, paralizado y le ha picado la curiosidad y se acerco a donde él.

La pequeña diluida, la curiosa.


Al transcurso de los días parece que el pequeño había mejorado algo, que empezó a moverse mas de lo que solía hacer habitualmente, participaba en juegos "olímpicos", digo olímpicos porque los pollitos no dejan de hacer trastadas como colgarse a pico abajo desde una cuerda, o dar vueltas donde la percha, columpiar en las ramas de diferentes grosores en estado voladizo, etcétera...

Y cuando vio que una preciosa pequeña se acerco a donde él, se debió de sentir muy bien por estar acompañado y por ser observado por parte de la diluida, entonces este se acerco a donde ella y ella toda tímida hacia sus sonidos como diciendo, "¿Que te pasa? ¿Te encuentras sólito?"

El macho se quedo gratamente sorprendido y empezó a sentirse mas fuerte. Empezó a hacerle sonidos tímidos, que no podía hacer sonidos como el de los demás ya que no tenía la misma fuerza por los días tan críticos que ha pasado. Pero hizo su esfuerzo en responderla y en acercarse más a ella. Siendo pollitos, no dudaron ningún momento en estar juntos a partir de este momento, se hacían compañía mutua.

La diluida cuando cogió más confianza le dijo, "Estas muy feito y muy sucio, ¿Por que no te arreglas un poco?" (En su idioma, por supuesto) - le dio un golpecito en el pico y continuo - "Déjame ponerte guapo, acércate y agacha el cuellito, que voy a empezar por ahí"

El pequeño no dudo ningún instante, cedió y le dejo que le aciclase. Y a continuación le dijo: "Gracias por todo esto, nunca me había sentido tan acompañado" Y continuaron con sus caratoñas y se hicieron buenas migas. 

El pequeño perlado diluido, todo feucho con sus plumas en muda, con su cloaca húmeda y medio embolado.


Una mañana, cuando los primeros rayos del sol iluminaban la voladera se ha oído una voz temerosa y  asustadiza "¿Estaaaaas bien?" (En idioma periquitil)

Continuara....